ANTIGUO EDIFICIO BANCO DE ESPAÑA

AIRES NEOCLÁSICOS EN EL SIGLO XX

HISTORIA 

En este lugar se localizaba la iglesia de San Esteban, pequeño templo románico que fue una de las 36 collaciones medievales de Soria. En las obras de remodelación de la plaza que lleva su mismo nombre se encontraron algunos restos.

En el siglo XVI se construyó un importante palacio renacentista perteneciente a la familia de los Vinuesa. Popularmente se conocía como palacio de los Condes de Santa Coloma. Tenía fachada de mampostería encalada y amplio arco de entrada, cinco balcones de hierro forjado, patio interior con galerías sobre columnas y escalera de acceso a la planta superior de piedra arenisca. Además de por su arquitectura, destacaba por la enorme y cuidada huerta que poseía, en la cual se localizaba un olivo, curiosidad botánica dada la escasez de los mismos en la ciudad. Se conservan fotos de los trabajos de desmantelamiento de este edificio.

A comienzos del siglo XX, se levantó en este solar un nuevo edificio de recia construcción que debía albergar el Banco de España.

Así, en 1933 y siguiendo los planos del famoso arquitecto José Yarnoz Larrosa – que realizó numerosas obras del Banco de España en otras ciudades españolas-, se concluyeron las obras.

Albergó el Banco de España hasta la llegada del euro cuando esta institución cerró sus puertas en la capital. Desde entonces ha albergado diferentes exposiciones como las celebradas con motivo del Centenario de la llegada de Machado a Soria a la espera de un nuevo uso definitivo.

EL EDIFICIO 

La construcción trasmite robustez, con elementos decorativos propios de los órdenes clásicos en la fachada. La planta baja tiene una serie de ventanas con rejas entra las que se intercalan columnas de estilo dórico que sujetan una sucesión de balcones del piso primero. Éste y el segundo tienen a su vez entre los vanos rectangulares columnas de estilo jónico que recorren ambas alturas. Remata el conjunto un frontón ligeramente triangular en el que aparece la inscripción “Banco de España”.

 

Envolviendo al edificio a parte de la citada Plaza de San Esteban está la  Plaza del Olivo donde descansa un hermoso ejemplar de esta especie y, junto al mismo,  un monumento de Antonio Soria Gómez datado en 1993  dedicado a Los Sanjuanes, nuestras más importantes fiestas declaradas de Interés Turístico, que representa los rayos de sol –en acero con brillo espejo- del solsticio de verano asentados sobre el escudo de la Ciudad – en bronce pulido - y una cabeza de toro – de placas de hierro soldadas coloreadas en óxido.

GRATUÍTO. SOLO VISITABLE EL EXTERIOR.