ÁRBOL DE LA MÚSICA

COMUNIÓN ENTRE NATURALEZA Y MÚSICA

No hay consenso a la hora de datar la fecha en la que fue plantado en la Alameda de Cervantes el Árbol Gordo o Árbol de la música, como se le conoció después. Algunos expertos basándose en diámetros de árboles cercanos, databan el enorme olmo situado en la parte baja de la dehesa boyal de San Andrés en torno al siglo XVI. Otros autores se inclinan por atribuir su origen a una plantación ejecutada por el Ayuntamiento de Soria el 7 de enero de 1594 con fines ornamentales, con especies como olmos, sauces y álamos. El cronista de Soria D. Miguel Moreno, daba la fecha de 1611 como el año en el que se plantaron más olmos, entre los que se encontraría nuestro protagonista.  De cualquiera de las maneras, este gigante vegetal estuvo más de 300 años en el corazón de nuestro parque.

Probablemente a finales del siglo XIX se instala un templete o plataforma de madera sobre la que tocaban los músicos. Este elemento fue sustituido por una estructura de hierro el 16 de septiembre de 1924. Desde entonces se conocería como Árbol de la Música. Aquí la Banda Municipal realizaba conciertos para el disfrute de todos los sorianos y se convirtió en gran medida en uno de los símbolos de la ciudad.

En 1985 la plaga de grafiosis llegó al parque de la Alameda de Cervantes de la cual no se libró nuestro olmo. Varios tratamientos le fueron administrados pero finalmente el 5 de febrero de 1992 se decidió talarlo ante su peligro de caída, haciendo desaparecer hasta sus raíces.

Las astillas fueron vendidas como recuerdo de este emblema natural y además con su madera fueron realizados por un ebanista soriano las puertas de acceso desde la Concatedral de San Pedro al claustro, el armario de la sacristía y los pies de los altares de la ermita de Santa Bárbara y el armario vestuario de los Canónigos en la colegiata de Soria entre otros elementos.

Un roble traído desde el monte Valonsadero fue su sustituto temporal, pero pronto murió al no soportar el cambio. En su lugar se plantó un castaño de indias de flor rosa procedente de Alemania y de treinta y un años de edad.

El 5 de octubre de 2010, el Ayuntamiento de la ciudad volvió a instalar el templete para los músicos con muchos elementos restaurados del antiguo y otros nuevos. De nuevo, Soria cuenta con un Árbol de la Música donde, parafraseando al escritor y académico Pedro Laín Entralgo,  “los bombardinos vuelven a jugar a ser jilgueros”.